1. La Crítica a la economía política del etnógrafo y el diseño de la interacción
Hubert Fichte planteó una crítica radical a la tradición etnográfica que defendía (y lo sigue haciendo) a la figura del antropólogo como un observador de la realidad.
Al contrario defendía el derecho al etnógrafo de cuestionar su propia identidad y transformarse en protagonista de los hechos.
En el caso de la participación de Fichte en la Unidad Popular en Chile, también hay un declarado compromiso con la posibilidad de construir un modelo de humanidad alternativa al que definían los dos grandes bloques de la guerra fría. Una de sus mejores expresiones era su programa de radio: Chile: Experiment auf die Zukunft (Chile: un experimento por el futuro, 1971).
No es secreto que en el llamado “post colonialismo” globalizado, llamado también “sur global”, las relaciones de dependencia con las grandes economías no desaparecen.
Este tipo de relaciones económicas tienen efectos en ámbitos subjetivos, en los procesos de construcción de significado, identidad y representaciones sociales.
Es así que muchas veces, desde el llamado “sur globalizado”, es visto como signo de progreso la imitación de las técnicas o tecnologías más avanzadas en países industrializados que representan grandes economías.
Pero la perspectiva de Fichte, como de otros extranjeros y chilenos que participaron del proceso de la Unidad Popular apuntaba a una elaboración de nuevas formas de vivir. Adecuadas a las variables locales y globales, pero que respondían a necesidades que en muchos casos no habían sido resueltas en ninguna parte.
2. Diseño de Información y Diseño de Comunicación Visual
Para explicar parte del contexto y los objetivos es posible exponer el proyecto de casos paralelos al trabajo de Fichte en el programa de radio.
Ejemplos que muestran un idealismo que lograba utilizar las técnicas y los avances de las ciencias de comunicación, para crear otros resultados con los que eran utilizados. Sobre todo en los campos de la publicidad de países que económicamente habían impuesto sus políticas de comercio exterior a países como Chile.
En el campo del diseño de información Fichte compartió el contexto de los diseñadores de la Universidad Técnica del Estado (UTE) y del Instituto Tecnológico de la Corporación de Fomento a la Producción (Intec Corfo).
En el caso del Intec Corfo, esta institución era dirigida por Gui Bonsiepe, ex profesor de la emblemática Escuela de Diseño (HfG) Ulm. Pero el mismo Bonsiepe recalcóen 1972 que el hábito de copiar superficialmente las costumbres de los países industrializados y ricos era una estrategia absurda, cara y destinada al fracaso.
Un antecedente de Bonsiepe fue el Taller de Gráfica Popular (TGP) del segundo director del Bauhaus, el suizo Hannes Meyer, que en 1939 creyó firmemente que sus ideas rechazadas en la ciudad de Dessau en su época de director del Bauhaus, y rechazadas en la URSS de 1936, solo se podían realizar en México.
Bonsiepe y Fichte también sentían que sus ideas se podían realizar en el Chile del gobierno de la Unidad Popular, y no en la Alemania de 1971.
En 1971, al mismo tiempo que Fichte realizaba su programa de radio, Bonsiepe planteaba una investigación que venía de la HfG Ulm, pero que en esa época solo era posible materializar en las condiciones del gobierno socialista chileno: Bonsiepe investigaba los mecanismos de interacción del diseño, que desde esa época llamó Interface.
La interacción era fundamental en un gobierno socialista que fomentó la participación ciudadana en las distintas actividades del país.
Bonsiepe seguía las ideas de la crítica de la economía política y sus distinciones sobre el “valor de uso” y el “valor de cambio”. Pero además se planteó el desafío de “calcular el valor de uso del campo de la estética”.
Y es aquí donde se produce el cruce con Fichte. La raíz etimológica de la palabra estética significa “conocimiento generado por una experiencia sensible”. Este es un campo extremadamente subjetivo, complejo, pero a la vez muy concreto en sus componentes.
3. La etnografía crítica y la cibernética de segunda generación: una alianza estratégica
Desde el antropólogo social Bronisław Malinowski (1884-1942) existe en la antropología una tendencia que critica la etnografía como una disciplina de observación “neutral”. Fichte claramente era una de las voces más avanzadas en su época respecto a esta actitud frente al rol del etnógrafo, como alguien que debía aprender a ser parte activa de la comunidad donde se encontraba y contribuir a su proyecto social.
Durante el corto, pero extremadamente experimental gobierno socialista de Salvador Allende existía la concepción comunitaria y dinámica como un objetivo a lograr en los diferentes campos.
Fue así que el diseño, y muy pronto la cibernética de segunda generación utilizada en la Corfo, también dialogócon las posturas radicales de la antropología, en las cuales la figura de un especialista va desapareciendo y el resultado es producto de la comunidad involucrada.
Uno de los casos emblemáticos de la épocafue la construcción del edificio para la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD III), que fue levantado en diez meses, cuando un proyecto de ese tipo, en esa época tomaba cerca de dos a tres años.
Esto no se hubiera logrado sin esta forma de trabajar extremadamente comprometida, donde los obreros estaban a la par de los técnicos, en una forma de trabajo colectivista y de asambleas de decisiones en todos los sentidos.
El diseño de interfaces gráficas de este edificio fue realizado por un grupo de jóvenes diseñadoras – Lucía Wormald, Jesy Cintolesi, Pepa Foncea y Edy Carmona (cuatro mujeres, lo cual rompía mucho con la tradición machista de Chile) –, apoyadas de manera teórica por Gui Bonsiepe.
Al mismo tiempo, las universidades públicas habían entrado en un proceso de cambios muy vertiginoso. Una de las más avanzadas era la Universidad Técnica del Estado (UTE).
El Departamento Gráfico de la UTE, dirigido por Mario Navarro, producía una revista que seguía las últimas tendencias de la teoría del diseño de información visual. Al igual que el equipo de diseñadoras de la señalética de los edificios de la UNCTAD III, se alejaban de la tradición figurativa del realismo socialista, pero utilizaban estos conocimientos de la vanguardia del diseño desde motivaciones que apoyaran el modelo de avance social demócrata del gobierno, y no desde el punto de vista del diseño comercial.
Una de las portadas emblemáticas de la revista de la UTE, diseñada por Pablo Carvajal Gnecco, fue un número preparado con motivo de la UNCTAD III.
El diseño de Carvajal está muy bien estudiado: es una suma de líneas de diferentes colores que se entrecruzan, simbolizando los diferentes países, sobre todo los países del Tercer Mundoy del grupo de los 77 (G77) que durante la UNCTAD III discutieron un modelo de desarrollo alternativo para los países del llamado “Tercer Mundo”,combinando los modelos de estado desarrollista latinoamericanos con los de otros países con economías similares y hasta ese momento, en la mayoría de los casos, condenados por las grandes economías a ser exclusivamente productores de materias primas. En ese sentido, los enormes avances del diseño también eran estratégicos.
Hoy en día podemos ver este diseño de Carvajal y compararlo con la bandera de Bolivia, la Wiphala, que representa en los diferentes cuadrados de coloresa las 26 naciones indígenas que componen su Asamblea Nacional. O desde otra perspectiva, también este diseño de 1972 recuerda la bandera de la diversidad sexual.
Por supuesto Fichte estaba muy pendiente de la UNCTAD III, realizada en abril y mayo de 1972, en la misma época que Bonsiepe publicóen la revista INTEC su texto sobre la necesidad de calcular “el valor de uso del campo de la estética”.
Pero también es muy probable que a Fichte le habrían gustado las conexiones del diseño de Carvajal para esa portada específica de la revista de la UTE de 1972: la simbolización, con el cruce de diferentes líneas de colores, de lo que podía ser un punto de unión entre diferentes países a pesar de las diferencias.
Este criterio de líneas de colores cruzadas también podrían simbolizar de manera anticipada la wiphala del actual congreso boliviano creado por 26 naciones indígenas, coincidiendo el diseño de Carvajal con el cruce de colores de esa bandera boliviana del año 2008, gran símbolo del fin de 500 años de colonialismo.
Además podemos suponer otra coincidencia del diseño de Carvajal, con el que Fichte se habría sentido identificado de manera positiva y complementaria, comparándolo con la bandera de la diversidad sexual, y su representación de la defensa de las diferentes identidades de género que se pueden generar en diferentes contextos culturales, utilizada desde finales de los años setenta hasta hoy.